Cuando nos enfrentamos a la hora de comer son cada vez más personas las que realizan su elección de forma consciente, ya sabemos lo que nos gusta y lo que no, también sabemos lo que es saludable y lo que no, y el dilema está en que hay muchas cosas que no nos gustan pero que son saludables y otras que nos encantan pero que no nos aportan mucho.  ¿cómo empezar con una alimentación saludable sin sufrir en el intento?

 Primero, lo que hay que tener claro es que lo que absorben nuestras células es lo que realmente nos nutre, al contrario del pensamiento común relativo a que lo que comemos y entra a nuestro estomago sea lo que nos nutre. De ahí la expresión «somos lo que comemos», es decir, somos lo que nuestras células realmente pueden metabolizar.  Ojo, no somos un cuerpo a secas, somos ese conjunto de células con millones de funciones que mantienen este cuerpo en funcionamiento, es a ellas a las que debemos procurar un alimento que les permita generar la energía suficiente para cumplir sus propios procesos y mantenernos saludables.

Cada célula guarda celosamente (en el núcleo) el material genético, es decir, el manual de funcionamiento celular, lo cuida y protege, principalmente a través de su membrana que es una barrera tipo filtro, controlando lo que puede o no entrar a la célula. El funcionamiento y estructura de ésta puede verse afectado por: déficit de minerales y vitaminas, toxinas, exceso de calcio, sodio y azúcar.

 ¿Qué es lo que afecta? Inhibe y destruye enzimas (participan de las reacciones químicas de las células para generar una acción determinada, cada enzima está hecha para una función específica), entorpece la producción de energía celular (imagínate funcionar a media máquina con tantas tareas por realizar), incapacita la producción de proteínas (son esenciales para la vida, intervienen en la formación, crecimiento, desarrollo y reparación de músculos, tejidos y en la regulación de varias de las funciones de nuestro organismo), también puede dañar la pared celular (por lo que el filtro disminuye su eficacia) y afectar el material genético, es decir, alterar el manual de funcionamiento de nuestro organismo.

Además la célula está tan maravillosamente creada que posee su propio sistema de desintoxicación que funciona en cada momento, pero si entran muchos ácidos y toxinas, ya sea porque ha aumentado el nivel de sodio o disminuido los niveles de magnesio y potasio, no puede producir energía suficiente para realizar tal detoxificación.

La falta de energía celular puede producir una reacción en cadena, como  acumular más calcio al interior de ésta lo que produce contracción muscular, imagina lo que puede ocurrir en el músculo arterial, se estrecha y produce un aumento de la presión; también incrementar el crecimiento y división celular, lo que implica más colágeno y a corto plazo el endurecimiento de los tejidos.

Bomba sodio-potasio: Su función es el transporte de sodio y potasio entre el medio extracelular y el citoplasma, proceso fundamental en todo el reino animal.
Taquicardia: un defecto en los canales de calcio.

Por otra parte, en términos de Toxinas, podemos clasificarlas en 2 grandes grupos:

Externas

  • Aditivos de alimentos: tartrazina, nitrato de sodio (propio en alimentos instrustrializados)
  • Aditivos naturales en exceso: monosodio glutamato, ácido glutámico (son potenciadores del sabor que se usa en algunas preparaciones)
  • Medicinas y drogas sintéticas (ojo con los antibióticos y antiácidos)
  • Pesticidas: no los vemos, pero sabemos que se usan en la producción comercial de frutas y hortalizas.
  • Inhalación de químicos (sobretodo relativos a prácticas laborales donde se requiere del uso de elementos de seguridad como mascarillas)

Internas

  • Desechos de la descomposición de grasas, carbohidratos y proteínas.
  • Putrefacción de alimentos: proteínas de origen animal, azúcar, café y chocolate (no es lo mismo que el cacao).

Lo segundo que me gustaría que entendieras es el tema relativo a los Radicales Libres, de seguro has oído hablar de ellos. Son átomos que tienen un electrón desapareado o libre por lo que tienden a captar un electrón de moléculas estables con el fin de alcanzar su estabilidad electroquímica, por su parte la molécula estable que se lo cede se convierte a su vez en un radical libre por quedar con un electrón desapareado, iniciándose así una verdadera reacción en cadena que destruye nuestras células. Provoca un gran daño a moléculas, membranas celulares y tejidos.

Nuestro propio cuerpo los produce en cantidades moderadas para luchar contra bacterias y virus, el problema para la salud se produce cuando nuestro organismo tiene que soportar un exceso de radicales libres durante años, producidos mayormente por contaminantes externos, que provienen principalmente de la contaminación atmosférica y el humo de cigarrillos, el consumo de aceites vegetales hidrogenados tales como la margarina y el consumo de ácidos grasos trans como los de las grasas de la carne y de la leche.

Estos radicales libres son los que generan la aceleración del envejecimiento, no solo externo, sino también interno.

Y lo tercero que me gustaría que entendieras es, en general, el funcionamiento de nuestro sistema digestivo que inicia en nuestra boca.

Al masticar los alimentos, la saliva que los envuelve contiene las enzimas llamadas: amilasa salival, que comienza a procesar los carbohidratos y almidones, y lipasa salivar, que aborda las grasas, formando un bolo que llega al Estómago. Acá, en condiciones normales el bolo alimenticio se encuentra en un ph de 1,3 a 3,3, y la enzima llamada pepsina rompe las moléculas de proteínas (para hacerlas más pequeñas y poder metabolizarlas) gracias al ácido clorhídrico que genera dicha acidez.  A continuación, este Quimo que se forma, ingresa al Duodeno, primer segmento del Intestino Delgado. El Hígado vierte bilis a la vesícula biliar y ésta a su vez, cuando corresponde, deja caer sus jugos al intestino delgado para ayudar en la emulsión de las grasas. Por su parte, el Páncreas secreta jugo pancreático que separa proteínas (en aminoácidos que permiten sintetizar dentro del cuerpo, una vez absorbidos, proteínas estructurales, enzimas, hormonas, neurotransmisores, entre muchos otros), separa grasas en ácidos grasos (que son transformados posteriormente en triglicéridos para guardar) y separa carbohidratos (en glucosa, para que posteriormente sean absorbidos).

El Intestino Delgado posee «vellosidades», las que son responsables de absorver e incorporar al cuerpo los distintos nutrientes como los minerales, vitaminas, la glucosa , aminoácidos, ácidos grasos y fitonutrientes.

Luego del intestino, los nutrientes se dirigen mediante la vena porta al hígado quien los distribuye al resto del cuerpo mediante la circulación, además de ejercer una función detoxificadora. 

Lo que no se ha absorbido, una vez en el Intestino Grueso, se fermenta, pudiendo producir gases. 

Toda la cadena expuesta, es explicada aquí de forma simplificada, siendo más complejo de lo que imaginamos. Cualquier alteración o ineficiencia en alguna de las partes produce una mala digestión y con ello mala asimilación de nutrientes. Al existir un conjunto de enzimas específicas al tipo de nutriente y un pH concreto que permite su correcta función, un error común es combinar proteínas animales con carbohidratos o almidones (ej, Carne Animal con papas), leche con carbohidratos (ej, galletitas) o el uso y abuso de los chicles. 

¿Que pasa con estas combinaciones? Básicamente alteran el ph del estómago, dificultado el proceso digestivo, produciendo irritación e inflamación.

Punto aparte merece el uso de antiácidos, dado que anulan el ácido del estómago, inactivando la enzima pepsina, generando pobre digestión de proteínas y gatillando problemas de largo plazo en cuanto a alergias por presencia de proteínas completas en el intestino u ofreciendo comidilla para las bacterias colónicas que producen tóxicos a partir de ella. Estos antiácidos o fármacos contra la acidez, te quitan el síntoma a corto plazo pero a mediano y largo plazo el daño es mayor.

Entonces, te respondo a la pregunta de más arriba: ¿cómo empezar con una alimentación saludable sin sufrir en el intento?

Mantén los niveles adecuados de Sodio, Potasio, Magnesio y Calcio, prefiere alimentos como:

  • Mijo, arróz integral, avena.
  • Melón, grosella, mora, plátanos.
  • Pepas de zapallo, nuez del brasil, piñones, almendras, sésamo, semillas de maravilla.
  • Poroto soja, garbanzo, poroto blanco.
  • Calabacines, pepinos, acelga, repollo, espinaca, perejil.

Mejora la función intestinal: favorece el consumo de probióticos y fermentados, disminuye el consumo de proteína animal.

Aumenta el consumo de fibra: legumbres, frutos secos, avena, frutas, higos, tomate, zanahoria, brócoli, arándano, hortalizas de hoja verde, palta.

Aumenta el consumo de antioxidantes, ya que estos reducen los radicales libres: brócoli, té verde, arándanos, zanahorias, kale, pistacho, canela, cacao natural, salmón, palta, frutillas, remolacha, perejil, tomate, espinaca, alcachofa, uva negra, almendras, orégano.

Mastica bien la comida, toma pausas cuando comes.

Evita las toxinas externas (vuelve a leer arriba)

No fumes o disminuye la cantidad (como un comienzo).

Evita aceites vegetales hidrogenados y ácidos grasos trans: margarinas, bollería insdustrial.

Disminuye el consumo de sodio: sal, leche, envasados, procesados y embutidos.

Elimina el azúcar simple y los carbohidratos refinados: azúcar, pasta, pan blanco.

No mezcles proteína animal con carbohidratos o almidones.

Evita los chicles.

Lo Imprescindible

Disminuye el estrés y aumenta tu energía vital: aprovecha tiempos de calidad contigo mismo, disfruta del sol, de la naturaleza, practica alguna actividad meditativa, abraza árboles, camina descalzo.

Hidrátate: consume durante el día sorbitos de agua pura.

Ejercítate: Puedes practicar algún deporte, caminar, correr y si dices que no tienes tiempo para ejercitarte (pero sí para revisar tu facebook o instagram) con 10 minutos de HIIT ya tienes el día ganado.